En la imagen anterior podemos ver la rueda de trinquete del mecanismo de un reloj. Se trata de un reloj aniversario, con péndulo de torsión ó 400 días. En ella podemos ver dientes dañados.
En esta otra imagen vemos la misma rueda desde otro ángulo. Se aprecia la rotura en los dientes más próximos.
¿Cual es la causa de la rotura?
En este caso, se dio cuerda al reloj más allá de lo razonable, y el trinquete y la rueda de trinquete no pudieron soportar la fuerza del muelle real. Cuando ocurre esto, es habitual que se produzcan daños en el mecanismo.
En este caso, por fortuna, los daños se produjeron tan solo en la rueda de trinquete. No es raro que la liberación súbita de la fuerza del muelle real produzca daños graves en otras piezas del mecanismo; en concreto, los dientes y alas de las ruedas dentadas y piñones puede doblarse o romperse con este tipo de incidentes.
A la izquierda, vemos el mecanismo del reloj una vez desmontado. Al desmontarlo se comprueba minuciosamente el estado de las piezas, y especialmente el de los dentados.
Tras reparar la rueda de trinquete, se monta el mecanismo. A la derecha podemos observar una instantánea del proceso de montaje.
Finalmente, se coloca la esfera en el mecanismo, que va sujeta mediante tres pasadores, y se coloca este sobre la plataforma soporte del reloj. Plataforma que reposa sobre dos pilares fijados a la base circular del reloj.
Por último, se ajusta el escape para que el reloj vuelva a funcionar. Ajuste que consiste el fijar la horquilla a la altura correcta de la suspensión, y girar el bloque fijo de esta, hasta una posición en el que las paletas del áncora interactúen con la rueda de escape con la misma penetración.
Precaución al dar cuerda al reloj
Se recomienda no dar cuerda a los relojes hasta el límite; con ello solo se consigue aumentar el riesgo de que se rompa el muelle real, se dañen dientes del rodaje, o de la rueda de trinquete como ha ocurrido en este caso.
