Reloj de sobremesa francés del siglo XIX.
Este reloj es de los llamados “París”; nombre que deriva de su original denominación en francés: Pendule de Paris.
Su mecanismo recibe el mismo nombre “París”, y es de gran calidad. Dispone de sonería por rastrillo y caracol sobre campana. La suspensión del péndulo se encuentra en un ingenioso dispositivo que permite regular su longitud, mediante una llave por la parte delantera superior del dial. Suspensión que conocemos como Brocot.
Ha sido habitual a lo largo de la historia que en la construcción de relojes concurrieran distintos artistas. Dos fundamentales son: el relojero que hacía el mecanismo, y el cajista que construía la caja. El concurso de ambos era esencial para obtener un buen resultado. En un análisis de trazo grueso de ese concurso, podría decirse que en el reloj París es el cajista el que tiene mayor relevancia. Simplificando, podría decirse que se hacen los mecanismos para las cajas, y no al revés. Lo cual no quiere decir que los mecanismos París no sean de una calidad excelente.