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El 8 de junio de 1810, una distinguida dama hizo un encargo a una de las más prestigiosas firmas de relojería de París: la Casa Breguet. Se trató de dos piezas bastante particulares: una de ellas, un reloj de carroza con grandes complicaciones; la otra, un reloj de pulsera con repetición e indicación de temperatura. El precio de tan singulares piezas al formalizar el pedido: 100 luises de oro por el primero, y 5000 francos por el segundo; que en el caso de este último se quedaron en 4800 francos al hacerse la entrega del el reloj. Cifras considerables para la época.
La protagonista de esta historia, que contaba entonces 28 años, era hermana del hombre más poderoso de la Francia de la época: Napoleón Bonaparte. Casada con el mariscal francés Joachim Murat – rey de Nápoles entre 1808 y 1815 – se llamaba Caroline Murat, la reina de Nápoles.
Reloj Breguet “La reina de Nápoles”
Sabemos que el reloj de la reina de Nápoles fue entregado el 21 de Diciembre de 1812, dos años y medio después de hacerse el pedido. Su paradero es desconocido. Como en tantos otros casos, a partir de un momento de su historia, se pierde todo rastro del reloj. No figura en la relación de piezas de ninguna colección pública o privada. Si existe todavía, es un misterio. Por un libro de reparaciones de los archivos de la Casa Breguet, se tiene constancia de que el reloj fue reparado en los talleres de esta firma en 1849 y 1855. El 8 de marzo de 1849, la condesa Rasponi – según consta en el mencionado libro – domiciliada en París en la calle de Anjou, llevó a reparar el reloj Nº 2639. La propietaria era Luisa Julia Caroline Murat, cuarta hija de Caroline y Joachim Murat, casada en 1825 con el conde Giulio Rasponi.
La descripción que aparece en el libro de reparaciones dice así: “Reloj de repetición muy plano Nº 2639, esfera de plata con números arábigos, con termómetro y avance/retroceso fuera de la esfera; este reloj se ajusta a voluntad con un brazalete de pelo entrelazado con hebras de oro, llave simple de oro, otro brazalete igualmente guarnecido de oro dentro de un estuche de piel rojo. Para reparar”.
Diecinueve días después del registro de entrada, se devolvió el reloj reparado a su propietaria. La reparación costó 80 francos, correspondiendo a los siguientes trabajos que constan en el libro citado:“Se pulieron nuevamente los pivotes, se volvió a colocar el termómetro, se repuso la repetición dentro de sus funciones, la esfera quedó como nueva, se le hizo mantenimiento, se limpió el reloj en todas sus partes y quedó ajustado a la hora”.
¿El primer reloj de pulsera?
Los primeros relojes de pulsera aparecieron hacia 1880. Eran relojes para que las damas llevaran en la muñeca. Los de caballero tardaron un poco más en aparecer. Hacia 1910, se empiezan a fabricar los primeros modelos. Se trata de piezas para ciclistas, jinetes, y pioneros de la aviación y del automóvil.
Es llamativo que Breguet fabricara el reloj de la reina de Nápoles – un reloj de pulsera – adelantándose cerca de 70 años a los primeros relojes de dama para llevar en la muñeca.
Relojes de la familia imperial
En los archivos de la Casa Breguet de la época napoleónica aparecen como clientes varios miembros de la familia Bonaparte. El propio Napoleón compró personalmente 3 relojes Breguet antes de partir hacia la campaña de Egipto de 1798. De todos los miembros de la familia Bonaparte, Caroline Bonaparte – Caroline Murat – fue la que tuvo relaciones más estrechas con la Casa Breguet. En los archivos Breguet consta que adquirió a esta firma al menos 34 relojes. Es razonable suponer que tuvo gran afición a la relojería.
La familia del emperador Bonaparte
Del libro “Consideraciones sobre la Revolución francesa”, de Madame de Staël (ARPA Y ALFIL editores, 2016):
[…] “La familia del Emperador francés era de origen lombardo, pero vivía en Córcega desde el siglo XVI. Representa el prototipo de la ascensión política y social ligada a la Revolución francesa. Charles Marie Bonaparte (1746 – 1785), el padre de Napoleón, era abogado y pertenecía a la pequeña nobleza de Ajaccio. Partidario del nacionalista corso Paoli, desde 1770-1771 se vinculó a la causa monárquica francesa. De su matrimonio con Leticia Ramolino (1750 – 1836), la respetadísima Madame Mère, único ser humano al que Napoleón temía, nacieron trece hijos (cinco de ellos muertos durante la infancia): osé – quien sería rey de España – era el hermano mayor; Napoleón – el Emperador -, el segundo. Luciano (1775 – 1840), el tercero, fue presidente del Consejo de los Quinientos en la época de Directorio y jugó un papel decisivo en el golpe de Estado del 18 brumario del año VIII (1799), que llevó al poder a Napoleón.
Sus relaciones con Napoleón se enturbiaron pronto, debido a su oposición al autoritarismo de su hermano, así como a la desaprobación por Napoleón de su matrimonio. Elisa Bonaparte (1777 – 1820), la mayor de las hermanas de Napoleón, fue nombrada gran duquesa de Toscana (1809 – 1814). Luis Bonaparte (1778 – 1846), el cuarto hermano varón, sirvió desde muy joven como ayuda de campo de Napoleón en las campañas de Italia y de Egipto.
Napoleón hizo a Luis rey de Holanda en 1806, sin imaginar que llegaría a identificarse tanto con los holandeses que, en 1810, renunciaría al trono en protesta por la política de bloqueo continental. Paulina Bonaparte (1780 – 1825), la hermana favorita del Emperador, tras enviudar del general Leclerc, se casó con el duque de Guastalla, miembro de la familia romana de origen sienés de los Borghese. Carolina (1782 – 1839), la hermana menor, fue gran duquesa de Berg y reina de Nápoles (1808). Se casó con Murat. Jerónimo Bonaparte (1784 – 1860), el menor de los hermanos, sirvió como marino en la expedición a Santo Domingo, se casó con una hija del rey Württemberg y se convirtió en rey de Westfalia (1807), un Estado recién creado por el Emperador. Tras participar en la batalla de Waterloo y perdida ya su Corona, se retiró a Württemberg a vivir con su suegro. Colaboró con su sobrino Luis Napoleón en la organización del golpe de Estado que llevó al poder a este último (1848)”. […]
Bibliografía
Le Quai de l’Horloge Nº1, Breguet, 2011
Breve historia de Napoleón, Juan Granados; Editorial Nowtilus, 2013
Consideraciones sobre la Revolución francesa, Madame de Staël; ARPA Editores 2016
