Todos los años al llegar agosto, en un pueblo del sur de Alemania llamado Furtwangen, tiene lugar una feria de relojería. Se celebra el tercer fin de semana de agosto. La de este año 2023 será durante los días 25, 26 y 27 del presente mes. Se trata de la feria de relojes antiguos de Furtwangen: un evento inolvidable para los amantes de los relojes antiguos.
El museo alemán de relojería de la localidad, el Deutches Uhrenmuseum, habilita una zona de sus instalaciones para que los comerciantes de la feria exhiban sus relojes. Gran parte de los que se exponen son originarios de la región, la Selva Negra (“Schwarzwald”), pero también pueden verse relojes procedentes de otros lugares.
A la izquierda, web de la Feria de relojes antiguos de Furtwangen. Edición de agosto 2023; días 25,26 y 27.
Durante el fin de semana de la feria, Furtwangen vive un ambiente de fiesta. En las calles próximas al museo de relojería se monta un divertido mercadillo en el que se pueden encontrar todo tipo de objetos, y ¡cómo no! relojes de cuco, mecanismos, libros, …
Al mediodía, o al caer la tarde, llega la hora de tomar algo. Estamos en Alemania, y nada mejor que una salchicha y una buena cerveza alemana; bratwurst, Franziskaner, o cualquier otra especialidad del amplio surtido alemán, en la improvisada – pero bien organizada – cervecería que han montado para la ocasión en el centro del pueblo.
Alojamiento en la Selva Negra
La Selva Negra es una región con gran atractivo turístico; por eso no faltan lugares donde alojarse. Una posibilidad es hospedarse en la capital de la Selva Negra, Friburgo, y muy especialmente en algún hotel de la parte antigua de la ciudad. Friburgo está relativamente cerca de Furtwangen, y para el visitante de la feria será una buena opción. En la parte vieja de la ciudad podemos ver la catedral (el “Münster”) con su impresionante torre. Nada menos que tres siglos se tardó en construir esta maravillosa catedral: Desde 1200 hasta 1515. A través del tiempo distintas generaciones de constructores dejaron su impronta con estilos arquitectónicos cambiantes. Las vidrieras, del siglo XIII, son de gran belleza.
Catedral de Friburgo. (Fuente: Le Tour du monde, La Fôret-Noire, M. Alfred Michiels)
Subiendo a la torre, puede contemplarse una magnífica vista de la ciudad. Junto a la catedral se encuentra una plaza en la que se monta un pequeño mercado de fruta y verdura. En dicha plaza, hay un edificio muy bonito: El “Kaufhaus”, el histórico almacén de la ciudad. Data del siglo XVI. Sobre su fachada de color granate, pueden verse cuatro estatuas. Representan a reyes de la dinastía de los Habsburgo.
En las calles de la parte antigua de Friburgo discurren pequeños canales por los que circula el agua. Es muy agradable pasear por ellas escuchando el rumor del agua. También se puede encontrar en el casco antiguo de la ciudad, anticuarios especializados en relojes antiguos.
Como tantas otras ciudades alemanas, Friburgo fue destruida durante la II Guerra Mundial. Pueden consultarse fotografías y libros sobre la historia de la ciudad en los que se ve el estado en el que quedó tras los bombardeos. La parte antigua fue reconstruida, y tiene un encanto muy especial.
Otra posibilidad para alojarse es en Furtwangen o en otras poblaciones cercanas como Triberg, Schonach, Titisee-Neustadt, Eisenbach, …
