Acabamos de iniciar un nuevo año. Deseo que se encuentren en el con personas maravillosas. Las hay. No es preciso buscarlas. Simplemente aparecerán; solamente hay que ser capaz de reconocerlas. Unas serán de carne y hueso. Caminan a nuestro lado o surgirán de repente como salidas de la nada. Otras serán de papel, y habrá que conocerlas leyendo sus libros. A través de ellos sabremos lo que vivieron, soñaron, descubrieron… A algunas – gracias a la tecnología – podremos verlas en las pantallas del teléfono o el ordenador, en ese mundo mágico que es internet en el que el tiempo no existe. Una de ellas es un catedrático de Historia, con una amplia obra publicada sobre Historia Moderna y Contemporánea, y sobre otra de sus pasiones, la Astronomía: José Luis Comellas García-Llera.
José Luis Comellas
José Luis Comellas nació en El Ferrol, La Coruña, en 1928. Fue un historiador especializado en Historia Moderna y Contemporánea. Publicó más de medio centenar de libros sobre Historia. Gran estudioso de la Astronomía, escribió uno de los libros de referencia para los aficionados a esta disciplina: Guía del Firmamento. Tras terminar de escribir esta obra, recorrió varias editoriales en busca de una que la publicara. Ninguna estuvo interesada en hacerlo. Finalmente, Ediciones RIALP decidió publicarla, al tiempo que advertía al autor de que no tendría interés alguno. A día de hoy, la Guía del firmamento de José Luis Comellas va por la 9ª edición, y ha sido un éxito editorial. Se trata de un libro excelente, imprescindible para el aficionado a la Astronomía.
José Luis Comellas falleció en Sevilla a los 91 años de edad, el 23 de Abril de 2021. Dejó una importante obra que podemos disfrutar leyendo sus libros.
De la Guía del Firmamento de José Luis Comellas: “Desde que existe sobre la Tierra, el hombre ha sentido una especial curiosidad por los astros, los mundos lejanos que nos rodean por todas partes a distancias inconmensurables: el Sol, poderoso emperador del firmamento; la Luna, plateada y cambiante; las estrellas, que parecen temblar en lo infinito de la noche; los planetas, que discurren lentamente entre ellas, siguiendo órbitas fijas; la Vía Láctea, los lejanos cúmulos y nebulosas, apenas al alcance del ojo humano…, todo el conjunto del Cosmos tiene para el hombre un misterio remoto y subyugante: por un lado inaprehensible, y por otro lleno de sentido, de medida y regularidad”.