Las siguientes imágenes muestran un bracket clock del siglo XVIII. Está firmado en el dial: Smith and Son, London. Tiene calendario y sistema strike/silent para dejar activa o silenciar la sonería. El mecanismo dispone de doble fusee para el movimiento y la sonería. Esta es por sistema de rastrillo y caracol. El escape es de paletas sobre rueda catalina. El movimiento se regula mediante un péndulo rígido con suspensión de cuchillo. La sonería es de horas sobre campana. La caja es de roble chapado en caoba.
La Relojería en el siglo XVIII
Con la aplicación del péndulo a la regulación del movimiento del reloj hacia 1656, se mejoró la precisión de los relojes notablemente. Pero pronto, una desviación de varios minutos al día se consideró inaceptable. La carrera por conseguir una precisión mayor, continuó. Se inventaron nuevos escapes que perturbaban menos el movimiento oscilatorio del péndulo, que los habituales “de retroceso” utilizados hasta entonces.
En cada región o nación en la que se construyeron relojes, se hicieron siguiendo los modelos y modas del momento. Ambas cambiaron con el paso del tiempo. El reloj de caja alta, el “grandfather clock” inglés – por ejemplo -, auténtico símbolo de la relojería inglesa, mantuvo su concepción básica; pero las cajas, los mecanismos y los diales, fueron evolucionado. Los gustos de cada época, y los avances técnicos, dieron lugar a esos cambios.
Al construir los relojes en el siglo XVIII, con frecuencia intervinieron dos protagonistas principales: el relojero y el ebanista. El primero haciendo el mecanismo. El segundo, la caja. Ambos, acreedores del mérito de haber realizado aquellos formidables relojes que han llegado hasta nuestros días.
Si podemos considerar al “grandfather clock” un símbolo de la relojería inglesa, el “bracket clock” inglés, aunque menos conocido, simboliza también la grandeza de la relojería de ese país.
A propósito de este tipo de reloj, el doctor José Miguel Echeverría nos dice en su libro Coleccionismo de relojes antiguos (pág. 140), Editorial Everest, 1975:
[…] “Vamos a proseguir la evolución del “bracket”, que desarrolla una linea paralela a la de su hermano mayor el reloj de caja alta, tras la moda imperante en ebanistería. Hacia 1700 ha alcanzado este reloj su pleno desarrollo técnico y como tal se mantendrá invariable hasta principios del siglo XIX, con las características que ya conocemos. Entre 1725 y 1750 adquiere su esfera el copete de medio punto y la caja sigue la moda del laqueado chinesco. Se introduce tímidamente la esfera redonda con su puerta – ojo de buey -. En la segunda mitad del siglo, las cajas se fabrican, casi sin excepción, en caoba, de mayor tamaño y con profusión de apliques en bronce dorado. El asa de remate superior se desdobla, aplicándose una en cada lateral para mejor distribución del peso incrementado; son corrientes las sonerías complicadas con carillones y variantes. De interés para el coleccionista español es el gran número de “brackets” importados a nuestro país en el siglo XVIII, existiendo varias firmas londinenses especializadas en este mercado”. […]